Paralelamente a su trabajo en Tropicana, María Teresa Tolón mantendría una
actividad imparable, casi agotadora, desdoblándose como la mujer orquesta que era en diversos
programas de televisión, teatro, radio, y otros cabarets.
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Producción para CMQ |
Se sucedieron grandes conciertos con el maestro Gonzalo Roig,
"un auténtico caballero, galanteaba a todas sus sopranos con mucha clase y
respeto". Del maestro Roig diría mi madre: "para él todas eran las mejores
Cecilias y todas le creíamos". Era su manera de halagar y estimular
el trabajo, un genio musical incontestable. El maestro Roig escribiría una partitura especial para La Tolón, titulada "La hija de Cecilia Valdes", pero nunca llegó a realizarse.
Otro de sus preferidos era el maestro Gilberto Valdés.
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La Tolón y Gilberto Valdes en el Anfiteatro de La Habana |
No quiero ahondar mucho en tristes historias del pasado, pero mi madre me
contaba que este gran maestro, autor de inolvidables páginas como: Bembé,
Sangre Africana, Tambó, Oggere y tantas otras, marchó casi forzado al exilio, casi sin quererlo.
Algunos de sus ilustrísimos colegas lo condenaron a un ostracismo cruel
argumentando que los nuevos tiempos requerían de otro tipo de música y que él
solo hacía "música negra". Esto fue dicho en reunión plenaria de
grandes compositores en boca de (...) ni quiero decir porque no vale la pena. No es mi
intención hacer de este Blog otra cacería de brujas, se impone homenajear y
recordar los olvidados y para eso no necesito hablar de las tristes figuras.
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Programa de uno de los últimos conciertos de Gilberto Valdés |
Mi madre contaba que se encontró a Gilberto Valdés parado en plena Rampa,
en la esquina de 23 y L, parecía un zombie. Estaba sucio y con una camisa llena de lamparones de
grasa. Mi madre tuvo que aguantar las ganas de llorar cuando lo vio. - Pero
Maestro....! Solo atinó a decir. - Me voy María Teresa, no me dan trabajo...! Y
eso fue todo.
Esa tarde comieron juntos por última vez y nunca más volvió
a saber del maestro Gilberto Valdés.
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Nota del programa por Alejo Carpentier |
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El hombre que por primera vez incorporara los tambores batá a una orquesta sinfónica, hecho solo comparable a Fernando Ortiz en el rescate inagotable de nuestro folclor, falleció sin penas ni glorias lejos de su amada isla. He aquí, otra página de ingratitud y silencio en la cultura cubana.
Observen que por esta fecha ya todos los espectáculos que se organizaban
llevaban el subtexto de la impronta política
Este programa, el único que se
salvó de entre todos los que guardaba La Tolón, encabeza su presentación con el
título:
El Gobierno Revolucionario del municipio de La
Habana, Presenta: Gilberto Valdés y su música.
Gente de música, conciertos, artistas completamente ajenos a los
acontecimientos políticos que revolucionarían la manera de hacer y
producir el Arte en Cuba, ya todos llevarían el sambenito de "artistas
revolucionarios"...
... y La Tolón se iba quedando sola, todos sus amigos, sus maestros, la gente con la que confraternizó, se marchaba de Cuba. Pero mi madre continuó en el país porque así lo decidió, así quiso, y eso más que
cuestionarlo hay que respetarlo por encima de todo.
Mi madre nunca firmó una
lista, ni fue miembro de ningún partido, ni de ninguna Comisión de Evaluación
(una de las más horrendas componendas contra el Arte y los artistas en Cuba).
Eso sí cantó a todos y en todas partes y hasta en trabajos voluntarios
participó, qué remedio, ella se integró como tantos otros, "al
sistema".
Sin embargo su vida después ya no volvería a ser la misma, un litigio extra-profesional
con unos de los directores del recién formado Conjunto Lírico Nacional, la
apartó de los primordios de aquella institución.
La Tolón simplemente dejó de
cantar y se dedicó completamente al Teatro a partir del año 1968, aún realizaría una breve incursión en Tropicana a comienzo de los años 70.
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La Tolón en el inolvidable: Zun Zun
Estos espectáculos en el Amadeo Roldán corresponden a una etapa de Roderico
Neyra poco conocida. El coreógrafo continuaría
creando pero por poco tiempo, también él marcharía con una buena parte del elenco de Tropicana.
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Otras producciones como "A viajar por mi Cuba", "Cuba que
linda es Cuba","Serenella", etc, se sucederían en los cabarets del
Habana Libre, el Hotel Riviera, el Capri, Sans Souci y Cubanacán, bajo la dirección de
Rogelio Rodríguez, Nito Quintela, Pedrito del Valle, y Joaquin Riviera, entre
otros. |
Cuando estuvimos escribiendo la míni-biografía que le pidieron en las
evaluaciones del que sería su último trabajo, actriz en la agrupación teatral
Extramuros, recuerdo decirle a mi madre... - no menciones tantos directores y
coreógrafos, centra más el Curriculum Vitae en tu propia persona, la respuesta de mi
madre fue sintomática:
- "Ellos a la larga, eran los importantes, yo solo puse voz a sus ideas..."
Otra prueba absoluta de su increíble humildad. Esto fue otra cosa que siempre me maravilló de mi madre, cosa que en su profesión es algo poco común o mejor dicho, no tiene sentido, no tenía absolutamente ningún ego. Lo que hacía era "apenas su trabajo, no tenía mucha importancia"
Mis padres se encuentran.
Estando en el show del Habana Libre conoce a mi padre, Luis Reynaldo estaba recién llegado de
una larga estadía en Londres, donde su familia camagueyana le había mandado a estudiar.
Mi padre la enamoró a la antigua con sendos
cestos de flores y billeticos anónimos. Al finalizar la temporada del espectáculo, se organizó una
gran fiesta y Luis mandó a confeccionar un enome cake de ocho pisos. En la fiesta se presentó
como el admirador secreto y autor de los envíos. Se casarían unos meses más tarde pero el matrimonio duró
muy poco, apenas tres años, los suficientes para nacer yo y mi padre regresar a
Londres.
Fue una época de cambios desde todos los puntos de vista. Mi madre
recordaba que para ella los sesenta tuvo tres fuertes puntos de giro: mi
nacimiento espectacular en medio del ciclón Flora, la salida del país de la
casi totalidad de sus amigos y conocidos, y la separación de sus propios padres.
Quien se atreva a reprocharle no haberse marchado de Cuba en el auge de su
carrera, desconoce por completo el motivo de su segunda e inalienable vocación:
La Familia. Su madre, mi abuela Hortensia, se divorcia en 1959 después de cuatro
décadas de matrimonio con el abuelo Felipe, y mi madre asumió todas las responsabilidades de la
casa. Seis de sus nueve hermanos aún vivían en el caserón del Vedado, ya eran adultos pero aquello era un clan familiar y qué cómodo que alguien pagase las cuentas!
Es por
esta época que dejan la vieja casona del Vedado, donde vivió mi abuelo hasta su muerte, y se mudan para Miramar, en una casa de cristales verdes. De esta casa guardo muchas memorias...
En Octubre de 1963 su hija Hortensia De Los Angeles (la que les habla) llega al mundo, y es por este motivo que durante varios meses mi madre se mantuvo apartada de los
escenarios.
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Con mis padrinos de bautizo, mi madre y mi abuela |
Algunas fotografías a continuación corresponden a la etapa de su embarazo. Las
imágenes muestran un vestido llamado "bombillo" que ocultaba muy
inteligentemente los meses de gestación.
Aquél programa de TV reunía a cuatro cantantes todas embarazadas, uno de
ellas era Lourdes Gil (Lourdes Gil y Los Galantes), este dato lo recuerdo
porque una vez la encontramos en un restaurante y ella le recordó el episodio.
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La Tolón con una enorme barriga de embarazo, pero elegantísima, como era su costumbre. |
Mi madre me contaba que por este período habían
muchas artistas
embarazadas y se había producido una eclosión de la natalidad después de
la
prohibición de los abortos.
No sé si haya sido éste el motivo de la célebre línea
"bombillo", pero resulta muy interesante el
furor de esta moda, en un país donde las curvas de las mujeres son tan celebradas.
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Ciclorama en programa de CMQ |
En esta otra fotografía también de la misma etapa, lleva un collar de plata y ónix
que ella llamaba tresillo. El conjunto lo componía además unos hermosos pendientes trabajados en el mismo diseño, es una joya
extraordinaria hecha por orfebres de Taxsco, México.
Los zapatos-sandalias con tacón
finísimo eran en piel rosa y acrílico, todavía yo misma los llegaría a usar cuando se reinició la moda de los tacones finos y las plataformas se escondieron en el closet.
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Mis padres, Diciembre 1962 |
Esta es la a única fotografía que conservo de mis padres juntos y felices.
Recuerdo muy bien este conjunto azul marino de jersey en manga raglan y toca a
tono, los pendientes y el collar en dos hilos de plata con azabache y perlas de
cultivo.
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Mi pade y yo, Febrero 1964 |
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Mi padre, yo y su inseparable Leica |
Mis padres se divorciaron tres años después de mi
nacimiento y él volvería a
Londres, para siempre. Luis escribió algunas veces y llamaba mucho por teléfono pero no le volvería a ver hasta cumplir mis veintiocho
años, gracias a un viaje profesional que hice a Venezuela convidada a dictar un taller guiones en
la Fundación de Cine de la Universidad de Carabobo. Fue un encuentro
feliz que debo a Carmen Gómez, una extraordinaria mujer y mi ex madrastra con quien mantuve una relación afectiva maravillosa y a quien mucho debo. Sin embargo, la distancia emocional que tuve con mi padre no se acortó nunca. Mi padre y yo siempre fuimos dos extraños.
Poco tiempo después del divorcio mi madre se volvió a enamorar pero escogió mal, un policía de tránsito ocho años más joven que mi madre,
devenido más tarde en Juez gracias a la insistencia de mi madre para que
estudiase. La Tolón siempre tuvo conciencia de lo desacertado de su elección, pero le costó mucho separarse de él porque estaba muy enamorada. Pero a estas alturas de la vida y las circunstancias, quien soy yo para
criticar las decisiones de mi amada madre. Ella fue medianamente feliz con él dos décadas de su vida, y
de esa unión nacería mi hermana Amneris Cecilia Valdés (Amneris por la heroína
de Aída, su ópera favorita y Cecilia, por su heroína cubana favorita).
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